Cambio climático pone en crisis a la producción de prosecco en Italia

Paola Ferraro camina entre las parrillas ordenadas de vid 😆 que adornan las laderas de Monfumo y enumera los diferentes modos en que el clima caprichoso afecta la producción de 😆 prosecco de su familia.

La helada primaveral mata los brotes, las tormentas de granizo del verano maltratan las hojas, las largas 😆 sequías privan a las vides de agua, mientras que las fuertes lluvias provocan deslizamientos de tierra que las sumergen en 😆 lodo.

En las colinas escarpadas de Asolo, a medio camino entre los canales de Venecia y las cumbres de los Dolomitas, 😆 los agricultores que producen prosecco, uno de los vinos espumosos más populares del mundo, se han visto sumidos en modo 😆 crisis por el clima inestable que ha llegado con la crisis climática.

"Siente como si no hubiera tiempo", dice Ferraro, de 😆 la bodega Bele Casel, cuya abuela encendía velas y rezaba durante las escasas granizadas que ahora comienzan más temprano en 😆 el año y tienen más fuerza. "Está cambiando muy rápido."

Efectos en la producción de vino

El cambio climático está afectando a 😆 los productores de vino en todas partes. Un estudio en Nature encontró que, para finales de siglo, el 90% de 😆 las regiones vitivinícolas tradicionales podrían desaparecer de las zonas costeras y de baja altitud de España, Italia, Grecia y el 😆 sur de California.

El prosecco es particularmente sensible a las condiciones climáticas volátiles. Cuando llueve fuerte en las laderas "de espalda 😆 de cerdo" de Valdobbiadene y Conegliano - un sitio del patrimonio mundial de la Unesco que, junto con Asolo, produce 😆 las etiquetas más exclusivas - las laderas empinadas que cultivan uvas glera pueden convertirse rápidamente en torrentes de tierra en 😆 rápido movimiento. Durante periodos prolongados de sequía, cualquier agua que golpee las pendientes al sol se lava rápidamente.

"El impacto de 😆 los dos extremos es una cosa en una llanura, pero es totalmente diferente en una pendiente empinada", dice Paolo Tarolli, 😆 de la Universidad de Padova, quien estudia los efectos del cambio climático en las terrazas de cultivo.

Reacciones de la industria

En 😆 la feria comercial Vinitaly en Verona, donde los distribuidores de vinos bien vestidos hacen girar sus mejores botellas, los productores 😆 de prosecco dicen que el sector solo se ha despertado recientemente al alcance del peligro.

Nicola Ceschin, de la bodega Sanfeletto, 😆 dice que en los últimos años "se ha abierto el debate y se ha vuelto más y más animado. Pero 😆 en términos de acción práctica, no sé si realmente se ha movido mucho."

Los agricultores pueden adaptarse a muchos de los 😆 cambios, dice Gregory Gambetta, biólogo vegetal en Bordeaux Sciences Agro y coautor del estudio de Nature. Pero los clientes colocan 😆 tanto énfasis en la identidad de un vino que es "un animal completamente diferente" a otros alimentos amenazados por el 😆 calentamiento global.

"El gran miedo no es: 'Me voy a despertar y el cambio climático será tan extremo que no pueda 😆 cultivar uvas'", dice Gambetta. "El miedo es que: 'Este producto que siempre hicimos - al que todos siempre amaron - 😆 que ya no les gusta'."