Algunas sugerencias de salsas y pastas

❤️ La salsa de tahini, verde o de otro tipo, es una de mis favoritas. Si ❤️ no tengo hierbas en casa, o simplemente quiero cambiar, suelo mezclar un poco de miso o salsa de soja para ❤️ obtener un sabor más profundo y sabroso. Si quiero un toque picante, añado guindillas molidas, harissa o pastas de chile ❤️ similares, como el doubanjiang y el gochujang; simplemente recuerda añadir mucho zumo de limón o de lima para equilibrar los ❤️ sabores.

Otras salsas y pastas que suelo tener en la nevera ❤️ son el zhoug, una pasta de cilantro, chile verde y especias que mezclo con huevos para una tortilla o sirvo ❤️ con pescado y carne a la parrilla. Para un toque picante auténtico, no hay nada como el shatta, un condimento ❤️ levantino hecho con chiles salados rojos o verdes que tarda tres a cinco días en hacerse. (Si prefieres evitar la ❤️ espera, nuestra nueva gama de salsas en Waitrose incluye una salsa de chile fermentada que da en el clavo). Se ❤️ conserva durante meses, pero debería ir acompañada de un aviso de adicción.

❤️ Las pestos también son muy útiles - me encantan el pesto de cilantro y pistacho y el pesto de ❤️ estragón y avellana - y se congelan bien, así que puedes hacer grandes cantidades. El dukkah, que se conserva bien ❤️ en un tarro hermético, es similar: esta mezcla de especias y frutos secos es estupenda en ensaladas, purés de judías ❤️ o mezclada con mantequilla y untada bajo la piel de un pollo. También estoy bastante enganchado al limón en escabeche ❤️ rápido, que utilizo a menudo para dar vida a todo tipo de salsas y asados; incluso lo utilizo en la ❤️ repostería, en el glaseado de galletas o en los frostings de tartas.

❤️ Una vez que empieces a cocinar de esta manera, te darás cuenta de lo útiles que pueden ser estas ❤️ salsas y pastas. El pilpelchuma, el chraimeh y el resto: están todos ahí, esperando a dar un toque a las ❤️ comidas de la semana. Espero que una o dos o tres de mis sugerencias formen parte de tu repertorio habitual ❤️ y que, como resultado, nunca vuelvas a considerar una comida de la semana como sosa.