No se permite enseñar el libro "All Boys Aren't Blue" en Washington Corrections Center

En una noche de lunes por la 😆 tarde, justo después de las seis, Alicia Williams espera a los últimos rezagados para que ocupen sus lugares en su 😆 aula restringida en el Washington Corrections Center. Sus estudiantes han enfrentado el clima otoñal del oeste de Washington para llegar 😆 aquí y entran a la sala aún removidos por el viento, sus uniformes khaki salpicados con gotas de lluvia.

No hay 😆 prisa. En lugar de la lección que tenía planeada, Williams tendrá que recurrir a notas apresuradas y explicaciones al momento. 😆 Acaba de saber que no le perm, eron enseñar el libro que su clase estaba programada para discutir esa noche.

El curso 😆 es Inglés 233, literatura infantil. El texto objeto de controversia es "All Boys Aren't Blue", un libro recomendado para adolescentes 😆 de 16 años en adelante.

Para muchos estadounidenses, la noción de prohibición de libros hasta hace 😆 poco solo traía imágenes de sociedades más opresivas: filmaciones en blanco y negro de rodadas de quema de libros nazis, 😆

s de multitudes eufóricas de la era de McCarthy arrojando libros y panfletos políticos ahora considerados ridículamente leves a hogueras.

Pero 😆 en los últimos años, los libros han vuelto a ser un punto de quiebre en el discurso cívico y la 😆 prohibición y censura de libros en el sistema educativo han vuelto.

Grupos como la organización de presión Moms for Liberty han 😆 examinado las bibliotecas escolares, buscando libros que traten sobre raza o temas LGBTQ+ e insistiendo en su retiro.

Conservadores han dedicado 😆 extensos segmentos a los supuestos peligros de ciertos libros y han persuadido a grandes porciones de estadounidenses de que la 😆 teoría crítica racial, un curso de posgrado en el nivel universitario, se está enseñando ampliamente en las escuelas estadounidenses de 😆 primaria.

Se han visto peleas a golpes en reuniones de padres y maestros y arrebatos en sesiones de la ciudadalla y 😆 los debates electorales. Las prohibiciones de libros en las escuelas aumentaron un 33% entre 2024 y 2024, según la Freedom 😆 to Read Foundation, una organización de defensa de la primera enmienda.

Los autores cuyos libros han sido objetivo incluyen a Margaret 😆 Atwood, Toni Morrison, William Faulkner y James Joyce.

Pocas personas son conscientes, sin embargo, de que la prohibición de libros es 😆 una práctica amplia y arraigada