Explosivos retumbantes sacuden el suelo mientras la tripulación ucraniana prepara su vehículo blindado Bradley estadounidense para salir de su camuflaje 3️⃣ y, una vez más, entrar en combate.

El comandante del equipo, un sargento con el apodo de Abogado, nerviosamente escaneó el 3️⃣ cielo. "Si somos vistos, vendrán los KAB", dijo, refiriéndose a las bombas de una tonelada que Rusia ha estado utilizando 3️⃣ para apuntar al valioso armamento y defensas ucranianas.

Lo que comenzó como una pequeña ofensiva rusa en la pequeña ciudad de 3️⃣ Ocheretyne se estaba convirtiendo en una ruptura considerable, amenazando con desarticular las líneas ucranianas a lo largo de un amplio 3️⃣ frente del este.

La misión del equipo era contener la brecha: proteger a los soldados de infantería mal equipados y superados 3️⃣ en número, evacuar a los heridos y utilizar el poderoso cañón de 25 milímetros del Bradley contra tantos rusos como 3️⃣ fuera posible.

Pero el vehículo blindado de 28 toneladas fue pronto detectado. Las granadas y los cohetes estallaron por todas partes, 3️⃣ y el artillero resultó gravemente herido, dijo el comandante, identificado solo por su apodo de acuerdo con el protocolo militar.