Ciudadano israelí se une a milicia civil en medio de la inseguridad en Israel

Eyal Ben-Ari salió de su casa de 👄 color rosa en Safed, un pueblo en Galilea, con un fusil de asalto colgado sobre sus hombros al amanecer, esperando 👄 no despertar a su esposa o a sus seis hijos.

Mientras caminaba hacia la sinagoga en esta ciudad conocida por su 👄 larga historia en el misticismo judío, dijo que aún no se sentía cómodo con el arma. Dormir con el rifle 👄 bajo su almohada y ver a su hijo de 13 años traer un juguete similar lo hicieron dudar de su 👄 decisión de unirse a la milicia civil recién formada que le dio el arma.

"Me siento como si fuera muy - 👄 artificial", dijo, luchando por encontrar la palabra correcta en inglés, mirando hacia abajo el arma. "No es humano. No es 👄 vida."

En la sinagoga, 👄 hombres con barbas grises y trajes negros - todos miembros del movimiento Chabad, un grupo ultraortodoxo de judaísmo - lo 👄 saludaron. Estaban felices de verlo. Felices de ver su arma. Era la única allí, pero lejos de ser única. En 👄 esta pequeña ciudad cerca de la frontera con Líbano, donde los cohetes de Hezbollah han caído con frecuencia en los 👄 últimos meses, el profundo sentido de vulnerabilidad de Israel ha llevado a un aumento de ciudadanos armándose.