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Mientras que los combates en Ucrania 2️⃣ y Gaza monopolizan la atención internacional, la guerra civil en Sudán se ha intensificado en la región occidental de Darfur, 2️⃣ donde las atrocidades ya habían impactado la conciencia global hace 20 años. Ahora, el asedio de una ciudad en Darfur 2️⃣ ha encendido la alarma sobre el riesgo de otra matanza étnica, incluso de un genocidio.

El riesgo de una matanza étnica

La 2️⃣ batalla por la ciudad de El Fasher, capital de Darfur del Norte, ha aumentado la preocupación mundial. El Consejo de 2️⃣ Seguridad de la ONU ha exigido el fin del asedio. Las imágenes de satélite y los videos analizados por The 2️⃣ New York Times han revelado que miles de hogares han sido destruidos y decenas de miles de personas han huido. 2️⃣ Los combatientes, miembros de un grupo paramilitar conocido como Fuerzas de Apoyo Rápido, han sido acusados de una masacre en 2️⃣ otra ciudad el otoño pasado, lo que aumenta el temor a una nueva ola de violencia.

La comida se está acabando

Los 2️⃣ combatientes han tomado el control de la carretera principal, cortando el suministro de alimentos a la región. Los médicos reportan 2️⃣ que un niño muere cada dos horas por desnutrición en un campo de desplazados. La atención médica también es escasa 2️⃣ y los hospitales están obligados a cerrar.

Los refugios escasean

Miles de residentes han huido de sus hogares por temor a la 2️⃣ violencia. El camino está lleno de peligros y, a menudo, los refugiados descubren que en su destino también escasean los 2️⃣ alimentos y las medicinas.

La CPI está vigilando

La Corte Penal Internacional, que presentó cargos contra funcionarios sudaneses tras el genocidio de 2️⃣ hace dos décadas, está observando de cerca la situación en Darfur. El tribunal ha hecho un llamado en busca de 2️⃣ pruebas de atrocidades.