Estoy caminando 🍎 lentamente por un parque con una ligera pendiente en un lugar que desconocía su existencia hasta comenzar a investigar para 🍎 este artículo. Ya había pasado por este parque cientos de veces a solo un kilómetro y medio de mi casa, 🍎 en la ciudad costera inglesa de Brighton and Hove, sin darme cuenta de que contenía un laberinto.

Creado por el artista 🍎 Chris Drury en 2006, el laberinto se inspira en el complejo patrón de una enorme huella dactilar de 40 metros 🍎 de ancho, marcado por piedras colocadas en la hierba.

A medida que me concentro en seguir su camino interior, voy olvidándome 🍎 de la gente que corre o camina con perros a mi alrededor y entro en un estado más contemplativo mientras 🍎 recorro el sinuoso recorrido de más de 600 metros hasta su centro.

Los laberintos han sido utilizados en todo el mundo 🍎 durante siglos como una forma de tranquilizar la mente, aliviar la ansiedad, recuperar el equilibrio de la vida, aumentar la 🍎 creatividad y mejorar las inspiraciones. Durante la Edad Media, casi el 25% de las catedrales poseían laberintos, y caminar en 🍎 uno de ellos hoy en día se ha convertido en una actividad global cada vez más popular para desestresarse, integrando 🍎 la mente y el cuerpo.

Pero no confunda laberintos de meditación con laberintos complejos. Los laberintos complejos dejan a la gente 🍎 confundida, con sus callejones sin salida y la constante amenaza de perderse. En contraste, los laberintos para meditación se basan 🍎 en diseños clásicos donde, por más complejo que sea el recorrido, la persona siempre tendrá un camino libre en dirección 🍎 a su centro.

"El laberinto [para meditación] es un camino seguro en tiempos inestables", dice la reverenda Lauren Artress, que fundó 🍎 la organización sin fines de lucro Veriditas en 1996 para ayudar a "llenar el planeta de laberintos".

Ejemplos de imágenes clásicas de laberinto 🍎 datan de 4 mil años. En Europa y el Norte de África, los diseños de laberintos aparecieron en esculturas y 🍎 pinturas rupestres, así como en inscripciones en azulejos y monedas.

En toda Asia, las Américas y el sur de África, estaban 🍎 esculpidos en roca o en arena y adornados en cestos de tela.

Junto con estas profundas raíces históricas, la práctica de 🍎 caminar por el laberinto puede tener otra atracción para el ocupado pueblo moderno.

"Muchas personas, como yo, 'fracasaron' al tratar de 🍎 hacer meditación sentadas", dice Artress. "Una meditación andando exige la misma consciencia interior."